Los tigres no tienen una temporada establecida para la reproducción, son capaces de hacerlo durante todo el año. Sin embargo, la mayoría de las veces se produce desde finales de noviembre hasta principios de abril. Los machos están listos para aparearse cuando tienen aproximadamente 5 años de edad, las hembras alrededor de unos 3 años y medio de edad.
Durante el enamoramiento se escuchan a los tigres haciendo una serie de gritos y chillidos de unos a otros, los varones suelen comenzar, y las hembras son muy propensas a responder. Cuando entran en contacto unos con otros se huelen entre sí, ronronean, frotándose uno contra el otro, esto es muy común entre ellos.
Algunas parejas se van muy lejos para poder acariciarse bien y para acomodar a los demás. Cuando un macho y una hembra se gustan y deciden aparearse entre sí, participaran en el acto en varias ocasiones a lo largo de un par de días, este es el tiempo en que la hembra se mantendrá en calor en un período, es común que un macho se aparee con varias hembras diferentes, siempre y cuando esté sano y sus necesidades básicas sean satisfechas, una vez ocurrido el embarazo, el mismo durará aproximadamente 16 semanas hasta que los cachorros nazcan. Las hembras irán a una cueva antes de que nazcan los cachorros.
En general, la madre dará a luz a tres crías a la vez de alrededor 2 libras cada una y son totalmente dependientes de su madre, ya que nacen ciegas. Los cachorros permanecerán en la cueva cerca de 8 semanas. Los machos a menudo tratan de matar a estos cachorros, si entran en contacto con ellos para que la hembra sea capaz de volver a aparearse con él. Las investigaciones han demostrado que siempre existe un cachorro que es el que domina, por lo general, es un macho, pero esto no es siempre así. Los cachorros participarán en distintos juegos entre ellos y con su madre. El cachorro que más domine es el que la madre le va a dar a la mayoría de los alimentos y la mejor atención aunque las cosas se vuelvan escasas para todos. Los cachorros aprenderán a cazar con su madre hasta que se hagan mayores, en el momento en que estos cachorros tienen de un año y medio a dos años de edad ya están dispuestos a ir por su cuenta, las hembras tienden a hacer un territorio muy similar al de su madre.
Los machos, tienden a extenderse mucho más allá, las hembras tienden a ser muy buenas madres para sus hijos pues son muy celosas cuando se trata de mantenerlos a salvo de depredadores, a veces las hembras tendrán que optar por el cuidado de uno o dos de los cachorros, estos serán los más fuertes del grupo por el instinto de supervivencia, el más apto es capaz de continuar, de lo contrario corren el riesgo de que la totalidad de sus cachorros mueran si tratan de seguir adecuadamente el cuidado de todos ellos. La tasa de mortalidad de los tigres jóvenes es extremadamente alta, menos de la mitad de ellos sobrevivirá los dos años de vida, ya que pueden ser asesinados por los hombres que se ven amenazados por ellos, o por no obtener suficiente alimento de su madre, también se pueden convertir en presas de otros animales que hay en la naturaleza.